Ayudar a los niños a entender sus sentimientos.
Ayúdelos a comprender sus emociones usando palabras para describir cómo se sienten ellos y cómo se sienten los demás. Enseñarles a los niños las palabras que designan las emociones les ayuda a hablar sobre ellas (en lugar de simplemente actuar en consecuencia).

Fomentar las amistades
Jugar con otros niños les ayuda a aprender a compartir, a turnarse y a resolver conflictos. Estas habilidades se desarrollan con el tiempo y con el apoyo de los adultos. Ayúdelos a comprender cómo sus acciones afectan a los demás.

Deje que los niños tomen la iniciativa
Saca libros de la biblioteca sobre los temas que le encantan a tu hijo. Describe sus actividades mientras las realiza. Juega con él y sigue su ejemplo.

Ayúdelos a ver cómo sus acciones afectan a los demás. Usa preguntas sencillas para fomentar la empatía: "¿Cómo se sintió Daniel cuando le quitaste su juguete? ¿Qué puedes hacer para ayudarlo a sentirse mejor?"

Modele interacciones saludables. Muestra cómo son los turnos, el compartir y el juego cooperativo.

Mantén la calma durante los grandes sentimientos. Mantén a tu hijo cerca para garantizar su seguridad. Cuando se haya tranquilizado, hablen sobre qué dificultó el momento.

Utilice libros para explorar sentimientos. Hable sobre cómo se sienten los personajes y por qué.

Enseñe formas saludables de expresar las emociones. Bailar, apretar plastilina, hablar con un adulto o golpear una almohada de forma segura puede ayudar a los niños a liberar sentimientos fuertes.

Mantenga rutinas consistentes. Los horarios predecibles, especialmente a la hora de acostarse, ayudan a los niños a sentirse tranquilos y seguros.

Explicar las reglas claramente. Utilice un lenguaje sencillo y explique por qué es importante cada regla.