Pídale a cualquier padre nuevo que mencione sus mayores desafíos de crianza y, sin duda, el sueño estará en la parte superior de la lista. 

Las preocupaciones sobre el sueño pueden comenzar con cuánto o qué poco duerme su bebé, la falta de rutinas de sueño constantes y el agotamiento absoluto por los despertares nocturnos y las tomas.

A medida que los niños pequeños crecen y se vuelven pequeños, surgen nuevos desafíos, como comportamientos de protesta, no quedarse en la cama por la noche o resistencia a las siestas. Los niños pequeños que no quieren dormir pueden estancarse, hacer rabietas, comportarse agresivamente, pedir bocadillos o dar vueltas por la casa.

Para los niños en edad escolar, el sueño puede verse afectado por las nuevas transiciones, la gestión de las relaciones con los compañeros o la adaptación a menos tiempo con la familia a medida que pasan más tiempo en la escuela o en actividades. 

La clave para manejar los problemas de sueño a cualquier edad es saber cuánto sueño necesita realmente su hijo y aprender algunos trucos para ayudarlo. y tu consigue el descanso que necesitas! ¡La buena noticia es que hay muchos recursos excelentes y pautas basadas en la ciencia para ayudarlo! 

Verificar “Hábitos de sueño saludables” de la Academia Americana de Pediatría. Este artículo proporciona horas de sueño recomendadas por edad, junto con consejos prácticos para desarrollar buenos hábitos.

Puede navegar por una variedad de temas sobre el sueño en el sitio web de Zero to Three. 

Más allá del desarrollo normal, puede haber otros factores que contribuyan a los problemas de sueño de los niños pequeños. Aquí hay unos ejemplos:

• Períodos de larga separación del cuidador
• Problemas médicos
• Temperamento
• Interrupciones del apego
• Trauma
• salud mental de los padres
• Inconsistencia de vivienda
• Arreglo para dormir

 Si alguno de estos está en juego, considere pedirle a su pediatra apoyo y recursos adicionales. También puede ingresar su código postal a continuación y encontrar programas y recursos locales para apoyar a las familias. 

 

No importa la edad de su hijo, desde la infancia hasta la edad escolar, ¡desarrollar hábitos y rutinas de sueño saludables lo llevará a una familia más feliz!