Muchos cambios físicos y emocionales ocurren durante este tiempo en la vida de un niño. Pero el mayor cambio de todos podría estar en la forma de pensar de los niños.
Los niños pequeños se centran en sí mismos y se preocupan menos por lo que los demás piensan y sienten. Esto cambia alrededor de los 9 años y los niños se enfocan mucho más en lo que los demás piensan de ellos. La integración con el grupo se vuelve más importante.
Los niños de esta edad se están volviendo más independientes de sus familias. Sus relaciones con los compañeros se vuelven más fuertes y más complejas. La presión de grupo puede comenzar a esta edad. Los niños de 9 a 13 años también se están volviendo más conscientes de sus cuerpos a medida que se acerca o comienza la pubertad. La imagen corporal negativa o los problemas de alimentación a veces pueden comenzar en este momento.
Es normal que un niño a esta edad comience a alejarse de sus padres y más a sus amigos. Pero los niños aún necesitan el apoyo y la guía de sus padres, ¡incluso cuando dicen que no! Los niños que se sienten bien consigo mismos pueden resistir mejor la presión de los compañeros y tomar decisiones positivas.
Para apoyar a su hijo durante estos años, comience por comprender cómo está cambiando física y emocionalmente.